Las juntas metálicas que fabricamos ofrecen un excelente rendimiento de sellado, resistencia a altas temperaturas y presiones, y buena resistencia a la corrosión. Fabricadas con metales como acero inoxidable, cobre o aluminio, garantizan un sellado hermético en entornos difíciles. Su preciso mecanizado garantiza unas dimensiones exactas, lo que permite un ajuste perfecto entre las superficies de contacto. Además, tienen una larga vida útil y pueden reutilizarse en algunos casos.